Si hay una chaqueta que ha conseguido un sitio destacado en cualquier ropero esa es la Harrington. La chaqueta británica ha logrado asentarse como una prenda que siempre viene bien tener por su facilidad en las combinaciones, por su atemporalidad y principalmente, porque es impecable en sus formas. Su forro tartán es uno de los clásicos.
Su mayor apogeo, llegó en los años sesenta, con la aparición de la cultura Mod y a finales de la misma década, de la Skinhead. En esos mismos años, gracias a la popularidad de la serie norteamericana Peyton Place, y en concreto, de uno de sus protagonistas, Rodney Harrington, que vestía habitualmente dicha chaqueta, la misma pasó a ser conocida popularmente como Harrington.
Aprovechando el éxito del que disfrutaba dicha prenda y el tirón que tenían marcas británcias como Fred Perry o Merc entre la juventud, comenzaron a fabricar sus propias cazadoras Harrington.
En la actualidad, la cazadora Harrington sigue estando de rabiosa actualidad, siendo una prenda completamente atemporal, igual que puede ser la gabardina, el pantalón vaquero o el polo.
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