Elegir alimentos de origen animal, perjudica seriamente la salud del planeta y contribuye significativamente al hambre en el mundo. Es una realidad que muy pocos conocen. La cría de animales implica gastar recursos energéticos y naturales. Los procesos de cría especialmente la cría intensiva practicada mayoritariamente en los países desarrollados, requieren ingentes cantidades de electricidad, agua y sustancias químicas. Producir las proteínas presentes en la carne requiere 25 veces más energía que producir la misma cantidad en proteínas de origen vegetal.
El engorde de animales se consigue atiborrándolos con avena, soja, maíz o centeno pero por cada 1,4 Kg de maíz invertido en engordar un animal solo se consiguen 130 gr de su carne. Dicho en términos energéticos, por cada 5.000 calorías invertidas en criar animal para consumo, solo se consigue 200 calorías humanas.
Plantando 100 metros cuadrados de soja, se obtienen unos 5 kilos de proteína que pueden cubrir las necesidades de 70 personas durante un día. Pero si usamos estos 5 kilos en alimentar ganado solo se conseguirá medio kilo de carne, lo justo para dar de comer a 2 o 3 personas al día.
En Guatemala, principal país exportador de carne a EEUU, el 75% de los niños menores de 5 años padecen síntomas de desnutrición.
Estos datos incriminan directamente el masivo consumo de carne por parte de las sociedades desarrolladas como principal causante del hambre en el mundo.
Finalmente, existe otro factor menos conocido pero no menos trágico para el futuro de la humanidad: La deforestación de zonas arboladas y selvas para convertirlas en tierras de pasto. Desde 1950 solamente, se han arrasado ya dos tercios de las tierras bajas y el bajo monte selvático de Centroamérica para satisfacer la demanda norteamericana en carne barata y magra. Cada día se desertizan 100 hectáreas de bosque y al paso actual, la selva será un bonito recuerdo en 20 años.
Esta situación se reproduce en todas las selvas tropicales del mundo. Los países pobres se ven abocados a vender a los países productores de carnes las cosechas que necesitan desesperadamente para sí mismos. En la cuenca amazónica el 75% de los 40 millones de hectáreas de selva destruidas se deben a la ganadería.
A GRANDES MALES
Los animales destinados al consumo reciben un trato abominable, literalmente "inhumano" [o muy humano si usamos "humano" como sinónimo de "cruel"]; El consumo de productos de origen animal tiene comprobados efectos perniciosos en la salud; Las dietas carnívoras implican derroche y contaminación.
REMEDIO ASEQUIBLE
Ser vegetariano significa vivir sin matar pero también vivir sin destruir la naturaleza ni despilfarrar sus recursos y, por tanto sin condenar al hambre y a la miseria a gran parte de la humanidad - actualmente mas de 2/3 de los habitantes del planeta sufren desnutrición o malnutrición.
Son pocos los aspectos de la conducta humana en el que concurren fundamentos tantos éticos como ecológicos y, derivados de estos, tanto sociológicos como económicos.
Piénsalo...
Quien asume la tortura y el asesinato de otros seres como algo ajeno, es tan responsable como el torturador y el asesino.
"Los hombres son nazis para los animales y su vida es un eterno Treblinka". (Isaac Bashevis Singer- Premio Nóbel).
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