domingo, 5 de junio de 2016

Clement Meric y el uso de marcas de ropa inglesas















Miércoles 5 de junio en Saint-Lazare en el noveno distrito de París. A pocos metros se encuentra  la tienda “Citadium” especializadas en ropa deportiva popular entre los jóvenes, organizaron una venta privada incluyendo marca de ropa Fred Perry y Ben Sherman. A la salida, la tensión crece entre cinco “cabezas rapadas” de extrema derecha y algunos militantes antifascistas. La lucha se intensifica. Unos minutos más tarde, Clement Meric recibe un golpe fatal.

Un día, un maldito día que cualquiera de nosotros pudo haberlo vivido en cualquier localidad, en cualquier local de ventas, calle, bar, concierto…Y es que no nos parece extraño que por la ropa que lleves, los logos, símbolos o interés por una marca específica ligada a la contracultura, te puedas encontrar en un lio con boneheads. Muchas veces lo he hablado con muchos compañeros y es casi un denominador común, que uno de nosotros allá tenido un encuentro con algún nazi, después de haber visitado alguna tienda “alternativa” de rock, ropa deportiva o militar. Zafamos bien y por eso estamos para contarlo. Pero esta vez con el compañero Clement no fue así…lamentablemente.

Clement Meric de 18 años, criado en Brest, había llegado a Paris para continuar su enseñanza superior. Desde muy joven le intereso la política y la lucha social, acercándose a la CNT de Brest, la Confederación Nacional del Trabajo, sindicato anarquista que ramifico su influencia no solo en España y donde encontraría afinidad por la histórica lucha del 36’. También según lo leído por los medios digitales que hablan de su persona, nuestro compañero allá por el 2009 participaba de centros sociales de izquierda y gustaba de discutir y estudiar desde su enseñanza secundaria la historia, la política y la clásica literatura militante de personajes como Daniel Guerin, Marx, Bakunin, Orwell, entre otros, sintiéndose cercano a las ideas del comunismo libertario.

En su periodo en la universidad de Sciences Po de la capital, se acercó a la unión de estudiantes (Sud Étudiant) y Action Antifasciste Paris- Banlieue. Vegetariano, de claras ideas antifascistas,
involucrado en la música punk, oi!, ska y reggae, también adopta la típica estética Redskin (polos Fred Perry, Ben Sherman, Harrington, logos antifascistas, etc.,) que lo demuestra a diario en manifestaciones, entrega de panfletos, mítines o en los espacios que solía recurrir siempre, sería esto último (lo relacionado con la estética) lo que hizo que esa tarde se encuentre con un cobarde ataque que apagaría la llama de su vida, por la presencia en el local de venta de sus compañeros que lo alertaron del encuentro por casualidad en el mismo lugar con activistas nazis.
En base a esto último y por supuesto a la memoria del compañero Meric, lo que también despertó en mi un revuelo y lo que te lleva a reflexionar es el tema de lo simple que puede ser llevar una estética y dar preferencia a una u otra marca que esté ligada a cuestiones políticas o de otra significancia, pudiendo esto llevarte a la muerte. Recordemos por ejemplo la muerte del compañero antifascista Carlos Palomino que reconoce al neonazi y asesino Josué por llevar este, la marca “Three-Stroke“, conocida por su vinculación con la extrema derecha allá en España.

Por ende, desde una visión política y anticapitalista es complicado y hasta polémico dar rienda suelta al consumo de marcas (aun de moda y ya no ligada principalmente a la rebeldía subcultural de la clase obrera) que pueden valer en la actualidad mucho dinero y que ha generado que este tema no sea de importancia, prefiriendo prendas alternativas o simplemente consiguiéndolas de segunda mano o en tiendas de ropa importada a bajos precios.

¿Pero de donde viene el interés de vestir camisetas de marca ingles que estarían a la venta esa tarde del 5 de junio en Paris? Más allá de una fiebre consumista o fetichismo como les gustaría pensar a quienes llenan hojas y páginas webs de moda a favor de las marcas inglesas, el uso estaría más cercano a una tradición que haría que la fiebre mod y su obsesión por el buen vestir, convirtieran a Fred Perry de una marca deportiva a una firma casual de la clase obrera británica en la época de los 60, especialmente por sus polos que más tarde serian adaptadas por los skinheads, rudeboys, punks o los seguidores del estilo northern soul, y que llevaría al creador a ser más famoso por su marca, que por su paso por el tenis y sus victorias de Wimbledon.

Lo mismo sucedería con la marca londinense Ben Sherman,  pequeña fábrica en Brighton con solo 10 personas y que en 1963 comenzó su primera campaña, y donde en la primera oleada de los jóvenes skinheads fueron muy comunes las camisas Ben Sherman blancas (por la escuela) con el estilo del  cuello americano (button down), que estaba abotonado, ya sea en manga larga o corta, y luego conocidas por colores vivos a cuadros estilo slim-fit. Marca costosa que también se ligan a las subculturas, especialmente la combinación del mod y el scooter Vespa, o los modelos en conjunto con los suspensores.

Estas marcas como así también las reconocidas botas Dr. Martens, jeans vaqueros Levi’s, las
chaquetas bomber (flight jacket) generalmente Alpha del modelo MA-1 o la marca deportiva de boxeo Lonsdale serán utilizadas también por la contracultura Redskin, ya fuera por el acercamiento al movimiento skinhead tradicional antirracista y de izquierda, o por una adaptación (incluso de combate) en la misma Francia hacia el 1984/86 con las bandas cazadores de nazis y redskins como un movimiento cultural abierto. Estética que aún sigue siendo utilizada por las culturas juveniles de clase obrera en todo el mundo, pero que también fue adoptada por grupos de extrema derecha desde los años 80 en Inglaterra cuando partidarios del NF o el BNP comiencen a imitar el típico look skin en todo el mundo, y comience la confusión.

Hecho que llevo al cobarde asesinato de nuestro compañero a manos de fascistas de la Juventud Nacionalista Revolucionaria (JNR) cerca de los principales bulevares de París en un desafortunado encuentro por una prenda urbana donde la preferencia tiene una marcada tendencia ideológica y que hizo que se interesen tanto antirracistas como racistas.

Por lo mismo, la trágica muerte de Clement Meric despierta una discusión no solo en la lucha contra el nazi-fascismo, sino también sobre la imagen que las marcas dan como publicidad en nuestro mundo subterráneo, pese a que muchas de las marcas antes nombradas y usadas por skinheads, no quieren clientes nazis.

Salinas Makhno- Redskin Coyhaique 2016

Para el fanzine Estirpe Rojinegra 


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