jueves, 10 de diciembre de 2009

Las drogas en el movimiento

De un tiempo a esta parte estamos asistiendo a un espectáculo demasiado desagradable y “normalizado” dentro de la escena punk y Skin. Hablamos de las drogas.

Drogas: podemos comenzar diciendo que se han convertido en una rutina de vida y diversión para mucha gente del rollo, en lugar de aprovechar sus fuerzas para organizarse y luchar contra toda la mierda que nos rodea que es mucha y muy variada: represión del estado, vivienda a precios impagables, trabajo precario, etc... Toman el camino más sencillo y el más peligroso, el de la ociosidad, el adormecimiento y la contribución al capitalismo más asqueroso y retorcido: el control de la persona. Esta forma de control la podemos dividir en varias partes:

-Control mental: Distorsionando, alejando y dificultando la percepción de la realidad a la persona modificando sus pensamientos e ideas. También creando adicción y necesidad hacia el consumo de drogas.

-Control físico: Mermando las capacidades físicas del individuo. También se incluye la adicción como necesidad física.
-Destrucción del entorno de la persona: Empeoramiento de las relaciones familiares, laborales, con los amigos por los cambios de carácter.
-Control económico: Sometimiento del bolsillo de la persona para poder seguir consumiendo.
En definitiva, una lenta (o rápida) destrucción de los valores y la vida del consumidor. La gravedad del asunto se incrementa ya que no solo se destruye la persona que consume drogas, sino que detrás se encuentran los largos tentáculos del capital, que a la vista condena y penaliza su uso, y por la espalda contribuye al crecimiento del negocio manejado por gobernantes, fuerzas de “seguridad” y demás cómplices.

Decimos que no solo destruye a la persona ya que normalmente los capos del narcotráfico no sólo se dedican a la venta de drogas, sino a la trata de blancas, al tráfico de armas, etc. en las que se esclaviza y se tortura a mucha gente.

Aparte, se le hace el juego al estado, que quiere a los rebeldes dormidos, impasibles y consumistas para poder seguir sustentándose en ellos.

En definitiva, no queremos ir de moralistas que digan qué hacer con este asunto, ya que cada persona es responsable de sus actos, pero nuestra actitud como militantes antifascistas es clara y aquí queda reflejada. No queremos tampoco generalizar, pero observar el entorno es necesario y lo que por desgracia más abunda hoy en día es esto.
Si queremos cambiar las cosas no nos podemos quedar en un bar y escondernos de la realidad, debemos observarla, comprenderla y hacer lo que esté en nuestra mano para cambiarla.

Gran parte de este problema a creado la disolución de los primeros colectivos y agrupaciones en la escena Coyhaiquina donde la necesidad prioritaria era la de embriagarse y pasarlo bien sin tomar en cuenta la necesidad de organización que se necesitaba en ese entonces para luchar por nuestras ideas y echar de las calles y de nuestros barrios a los supuestos neonazis que ya empezaban a verse. En fin algunas de las actividades minimas que empezaban a gestarse en los anterires colectivos estan siendo retomados en menor medida a travez de actividades individuales y pequeñas estando plenamente conciente que primero la lucha y luego la celebración y diversión de esta, ya que no podemos ser hipocritas si al momento de beber unas cervezas estamos presentes, lo que diferencia es no dejar aun lado la causa o incluso los amigos por una botella.

Diversión sí y lucha también.
Texto modificado: Salinas Oi! (///)




El consumo de drogas actualmente es una actividad tan generalizada, que parece sorprendente conocer a alguien que no haga uso de alguna de ellas de una forma más o menos habitual.

No hay más que mirar alrededor para percatarnos de que la juventud, uno de los posibles elementos potenciadores de un cambio social, se deja llevar por éste tipo de consumo.

El consumo de ciertas sustancias alienantes se convierte en algo generalizado y necesario para esos consumidores, crea individuos totalmente alienados, cuya única inquietud verdadera es experimentar una sensación, cayendo en una pasividad que les aleja cada vez más de la realidad, y de los verdaderos problemas.

Ese distanciamiento de la realidad da lugar a la falta de inquietudes, o aún peor, al hecho de tenerlas y no hacer nada, a no luchar por un cambio. Dentro del movimiento libertario también se puede apreciar que el consumo de éstas sustancias contribuye a disminuir y degradar la actividad, la lucha tanto de manera individual como colectiva.
Vemos en esto uno de los principales problemas que más daña a los diferentes movimientos sociales, tanto históricamente como hoy en día. No hay que olvidar el papel que ha cumplido la introducción de la droga en el seno de los movimientos sociales más combativos, de lo cual se han aprovechado los gobiernos para apagar toda posibilidad de iniciativa revolucionaria.

Aquí es donde surge la necesidad, si realmente queremos ser críticos y coherentes con nuestro análisis de la realidad, de denunciar esas dinámicas que se reproducen también en el interior de nuestro movimiento. Lo observamos constantemente, los centros sociales se convierten a menudo en espacios de ocio alienado, los bares (ya sean o no del ”rollito”) en lugares de consumo compulsivo, donde la lucha política se limita a la estética y a la repetición inflexiva de una serie de eslóganes resultones. A nuestro parecer, la identificación de la política y la rebeldía con las modas estéticas, el consumo de estupefacientes y otras repeticiones más o menos camufladas de los esquemas más claramente capitalistas, supone una gran amenaza. Cada unx puede evadirse, relajarse o disfrutar la imagen que de nuestras ideas queramos dar, y por supuesto sin identificar cosas que además de no tener nada que ver, nos son perjudiciales. No puede olvidarse que la lucha es asumible por el poder de muy diversas formas, caer o no en ellas sólo depende de nosotres.

F.I.J.A. Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas
EXTRACCIÓN ”EL FUELLE Nº2”
”LAS DROGAS Y SU PAPEL COMO FACTOR ALIENANTE”

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