lunes, 25 de mayo de 2009

Ha muerto un guerrero pero nuestro fuego no se apaga…

Mauricio Morales, nuestro hermano, murió la madrugada del pasado 22 de Mayo . Transportaba unartefacto explosivo que detonó en su espalda, matándolo en el acto. Sepresume que la nefasta institución de Gendarmería era el objetivo de suataque. Murió como un guerrero, enfrentándose sin miedo, sin vacilacióncontra toda forma de poder.
Decidió convertir en acción su odio. Transformando su vida diaria en uncombate constante contra lo existente. Publicaciones, apoyo directo a lxscompañerxs presxs, difusión de literatura anarquista y antiautoriataria,foros de propagación de ideas, fueron parte de las navajas que afilódurante su vida. Buscando con esto aportar de diferentes formas a ladestrucción de esta sociedad basada en la lógica del poder y la explotación.
El dolor embarga nuestros corazones en estos momentos, pero es importanteno bajar la moral, no decaer en el letargo que puede significar la pérdidade un hermano. No hay que olvidar que murió con la mirada fija en suobjetivo. Y ese hecho debe sacudirnos, nos debe ayudar a abrir los ojos.
Estamos en guerra, los golpes serán muchos, de diversas formas, pero unx guerrerx se hace tal, cuando no se detiene, cuando no claudica, cuandohace de su vida, entre otras cosas, una continua superación de obstáculos.La crudeza de la muerte nos golpea y es tal la vorágine que a ratos cuestacreer que está ocurriendo. La muerte o la cárcel no es solo una consigna,hoy para nosotrxs es frase tatuada a sangre y fuego.
Ante el lamentable suceso de la partida de Mauri, la policía, los fiscales y la prensa se frotan las manos y comienzan las diligencias, allanando doscentros sociales: “Cueto con Andes” y “La idea” (Allanada para el 31 deEnero). La violencia de estos operativos no nos sorprende, la guerra hasido desatada sin contemplación y la asumimos como tal.
Las casas allanadas están en el mismo barrio donde nos encontramos, por loque el ajetreo que producían las comitivas de la represión, nos hizo verinminente el arribo a nuestro hogar. A la par, compañerxs y hermanxs solidarixs se aceran a la casa y se manifiestan en distintos lugares delbarrio-para ese entonces militarizado-. Les hicimos frente, resistimos yhasta ahora las fuerzas represivas no han querido ingresar en nuestra casaa pesar de todos los pronósticos, ocultan la jugada intentando bajarnuestra guardia.
Compañerxs, somos muy claros y concientes de lo que va a ocurrir ahora,sabemos que se vienen días y meses difíciles. Pero también sabemos que eldolor y la tristeza de la partida de nuestro hermano no nos puedeparalizar. Recordamos insistentemente que el él murió en combate, que laofensiva tiene variadas formas, que ninguna vale más que otra. Apelamosentonces, a que la hermosa llama de su corazón anarquista propague elirreductible deseo de aniquilar esta realidad.
Su cuerpo hoy yace prisionero en manos de la policía y sus mercenarios,pero la energía de su vida permanece con nosotrxs, con lxs compañerxs quejunto a él y de diversas formas se enfrentaron y enfrentan a aquello quequiere transformarnos en esclavxs.
Agradecemos emocionadxs el sincero apoyo de compañerxs solidarixs y afines, como también escupimos sobre quienes hacen de su vida solo una critica estática, amparada en la comodidad y el temor.
Animo compañerxs y en guardia. Vendrán por nosotrxs, tarde o temprano, de eso no tenemos duda. Por lo que resulta importante que la despiadada crítica al orden establecido cobre vida y se propague como la pestenegra*.

El fuego vindicador de nuestro compañero nos da fuerza para mantener lavida en un eterno combate. Para ti Mauri, un abrazo enorme y no dudes que seguiremos apuntando a la destrucción del poder.

Estás con nosotrxs,sentimos aquí tu sonrisa y tu fuerza.
Acechando desde el techo de la casa, divisando el horizonte… nunca derrotadxs ni arrepentidxs.

Centro Social Okupado y Biblioteca Sacco y Vanzetti22 de mayo 2009 Santiago. Chile.

“Transformemos nuestro dolor en rabia y nuestra rabia en pólvora”
***Peste negra iba ser el nombre de la futura editorial que nuestro hermano Mauri, levantaría.

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